Cuando un niño presenta una diabetes ¿estamos todos seguros, padres, profesores, personal de enfermería y médicos de que no tenemos ningún problema? ¿Qué responsabilidad tenemos cada uno en el buen control de ella fundamental para evitar complicaiones?
Un estudio reciente demuestra que en España 1 de cada 5 padres de niños con diabetes está insatisfecho con el apoyo que recibe en la escuela en el manejo de la enfermedad.
Es indudable que a todos nos preocupan los problemas relacionados con la salud y que esta preocupación aumenta cuando hablamos de enfermedades crónicas, pero se convierte en angustiosa si nos las padecen los niño. Pues bien, tenemos que saber que la diabetes es la segunda enfermedad crónica mas frecuente en la infancia, que afecta a 29.000 niños menores de 15 años y que cada año aparecen 1.100 nuevos casos. Con el conocimiento de estos datos podemos hacer algunas reflexiones.
El niño pasa en el colegio mas de un tercio del día, otro tercio o más lo emplea en dormir y el resto del tiempo en su casa. Tenemos entonces que mas de la mitad del tiempo que el niño está despierto lo pasa en el colegio. Aunque la responsabilidad de la enfermedad recae directamente sobre los padres, no deja de ser cierto que durante el tiempo escolar esta responsabilidad se la trasladamos al colegio y por tanto a los profesores. Puede ser que muchos de los docentes no sean conscientes de esta responsabilidad, ya que en general y cuando el niño diabético esta diagnosticado y tratado suele tener un excelente control de la enfermedad que no implica mayores problemas, pero esto no garantiza que no se nos puedan presentar.
Para los padres de niños diabéticos estas posibles incidencias no les causan preocupación ya que las conocen perfectamente. Desde las distintas instituciones sanitarias además de tratar al niños se realiza una importante labor de educación en los padres y en el manejo de la enfermedad. Pero no ocurre lo mismo en el colegio donde cualquier incidencia que se presente deja al profesor en una mala posición y puede suponer un riesgo para la vida del niño.
Es por ello que, dada la frecuencia de esta enfermedad sería deseable que dentro de la formación y reciclaje del profesorado se incluyeran determinadas charlas encaminadas a prepararlos en el manejo básico de esta enfermedad, que ayudaría al buen control de la diabetes. Para conseguirlo solo se necesita un buen entendimiento entre los padres y los profesionales sanitarios y de la educación para que cada uno se responsabilice de su parte.
Pero no solo debemos preocuparnos de las posibles incidencias sino que esta enfermedad también requiere conocer el manejo de estilos de vida que mejoraran el control de la enfermedad evitando posibles complicaciones futuras tan frecuentes en ella. Así, la alimentación es básica y una buena dieta fundamental en el control de la diabetes y sin embargo solo el 35 % de los niños diabéticos comen de manera saludable en los comedores escolares.
Otro de los indicadores que dejan mucho que desear es el ejercicio físico, ya que los expertos denuncian que no se hace a un adecuado nivel. Estamos seguros que si los educadores fueran conscientes de esta deficiencia serían los primeros en ponerse manos a la obra, ya que como muchos de ellos dicen “el saber no ocupa lugar”.
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